A lo largo de mi vida, me ha costado encontrar el sentido al hecho de que todos los años salga algo nuevo, por ejemplo, el nuevo iPhone 16 que salió ayer o estos días en la industria de la moda las nuevas colecciones que se están presentando en NY y todo lo que vemos en los diversos fashion shows.
Ahora que trabajo en interiorismo, y de cerca con el arte y la creatividad, puedo entender que cada año, -más allá del negocio-, estas muestras son también una celebración de la creatividad y la innovación, pero lo que mas me resonó al ver el desfile de Tory Burch fue el poder que tenemos tod@s de ser creativos.
Cada día nacen en nosotros ideas y la mayoría quedan en nuestras mentes, relegadas a ser solo “un algo” para un@ mism@, un recuerdo, y un pensamiento que quizás, nunca se hará tangible.
Ahora que reflexiono todo esto pienso que, eventos como las semanas de la moda, exposiciones de arte, o ferias de diseño interior son muestras vivas de esa característica única que nos hace “ser humanos”, la capacidad de experimentar algo tan abstracto como una idea en este mundo tangible, y el hecho de poder compartirla con el mundo, lo hace aún más fabuloso, aquí aplica a la perfección la famosa frase de Alexander Supertramp: “La felicidad es real cuando es compartida”.
Estas pequeñas cosas pueden ser obvias, pero cuando decides observar con atención y sobretodo, decides comenzar a apreciar y ver todo lo bello que hay a tu alrededor y en tu día a día, encuentras una increíble plenitud en las cosas simples.
Un fashion show no tiene mucho de simpleza, lo sé, especialmente el trabajo tras bambalinas, pero ver más allá, y pensar que todo eso que estamos viendo nació de algo tan puro como una idea, desde el inicio de un modelo y en cada iteración del proceso hasta llegar a ser lo que estamos viendo, puede llegar a sentirse sobrecogedor.
Love & light.
Muriel.
Saliendo llena de inspiración y con un boost de creatividad del Pacific Design Center de Los Ángeles, CA.